Admito que me pone un toque violenta el temita de escabiar, al punto de ver a la típica putita buscona que se entrometió, fácil, en todas tus relaciones de pareja y querer ir a cagarla a trompadas.
Claramente encaré para bardearla, pero con mi estado me llevé puesto un sillón. No sé qué carajo hacía el sillón en el medio del boliche, todavía eso no me cierra, pero me di la punta en la costilla y de ahí fui directo al piso, de espaldas otra vez (tampoco tiene sentido). A todo esto yo sabía que algo tenía, me ardía, me dolía la costilla, así que les pregunté a todos mis amigos qué mierda tenía y todos me dijeron que no tenía nada (iba con la remera levantada por todo el lugar exhibiendo mi supuesta herida) me dolía, algo me había pasado y todo el mundo me convencía de que no.
Salimos. De repente estábamos en la puerta de otro bar los cinco. De repente las chicas se fueron. De repente cayó. De repente los pibes se fueron. De repente me fui. Llegué a casa como a las 7.30 de la mañana, rota. Entré al baño y lo primero que hice fue mirarme la costilla, y esto tenía ...
Vieron, yo sabía que ALGO me había pasado!!
Me declaro oficialmente una ebria de mierda y evidentemente una mina a la que le pasan todas!
Soy un aparato con todas las letras, tengo la torpeza tatuada en la piel .
No hay comentarios:
Publicar un comentario