Le hace bien meterse en su laberinto, carroucel,
le hace bien...
Nada esta aquí, ni mejor ni peor.
Solamente sus ojos cambian de color,
a una hora del día se tiñen de un ámbar violeta.
Nadie lo sabe ni nadie la vio,
ahora tiene un gran cuerno bajo el corazón
y se escapa de todos los hombres que quieren tenerla.
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