Casi te sientes avergonzada de que alguien sea tan importante, de que sin él te sientas como si no fueras nada.
Nadie podrá enteder cuánto duele. Te sientes sin esperanzas, como si nada pudiera salvarte. Y cuando todo se termina y él ya se ha ido, hasta deseas que todo lo malo regrese para que al menos también puedas tener lo bueno de vuelta...
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