• Por Flor Costas.
Murmullos, mucha expectativa y cantos al
grito de: “Carajo” flotaban entre la multitud vestida de negro que llenaba
rápidamente Auditorio Sur para disfrutar del trío de nü-metal y rock
alternativo, Carajo, que iniciaba la llamada ‘Gira de los Barrios’.
Minutos después de las 20, las bandas teloneras: “DZS” y “Beazley 52” dieron comienzo a la previa del recital que mantuvo a los metaleros entretenidos y expectantes. Cerca de las 21 las luces se apagaron y comenzaron a trasladar los instrumentos que anticipaba la llegada de la banda tan esperada.
“La guerra y la paz” fue el tema elegido para comenzar la noche. La energía demoledora del trío conformado por Marcelo “Corvata” Corvalán (voz y bajo), Hernán “Tery” Langer (guitarra y coros) y Andrés “Andy” Vilanova (batería) contagió al público, cada vez más joven, que no paraba de moverse.
Fundiéndose en una luz blanca dieron comienzo a “Pura vida” y “El error” que revolucionó a los carajeros y los hizo transpirar con un pogo masivo que hacía temblar Auditorio. Luego, el escenario se tiñó de rojo y la banda mostró que era una fiesta metalera a lo grande al ritmo de “Chico granada”, “Inocencia perdida” y “Mata rutinas”.
“Estamos muy contentos de estar en el sur de nuevo, este tema es para toda esta gran familia carajera” expresó Corvata, dedicándole “Zion” a todo el público presente. Casi sin respirar, siguieron con “Una nueva batalla”, corte de su última placa “El mar de las almas” editado en 2010, que generó la euforia de los espectadores.
“Este tema es del primer disco, que cumple diez años en agosto y vamos a hacer una sorpresa para festejar, ya se enterarán” anunció el ex A.N.I.M.A.L. a sus fans que se llenaron de intriga al ritmo de “Ironía” y saltaron sin control.
“Libres” y “Pruebas”, cortes del último álbum, dieron paso a un eterno mosh de lo más violento. A continuación, una gran ronda hizo temblar el lugar de la mano de “Hacerse cargo”, “Cómo debería ser”, “Atrapa sueños” y “Humildad”.
“¿Quién es el más salvaje ahí abajo?” gritó Corvata y dio pie a “Salvaje” que desató el entusiasmo del público. Sin un minuto de descanso expresó: “¿Dónde están las carajeras? Este tema es para ustedes”, inmediatamente sonaron los primeros acordes de “Acorazado” y las carajeras se hicieron notar con un griterío sin fin. Las luces tenues lograron la calma de los presentes, “Triste” y “El mar de las almas” bajaron la euforia de Auditorio Sur.
De apoco se acercaba el final, el trío demoledor provocó un nuevo pogo con su rebeldía a través de: “Sacate la mierda”. Luego de un descanso de no menos de cinco minutos, Carajo se presentó nuevamente en el escenario con energía renovada al ritmo de “Ácido”, primer corte de difusión de su último álbum.
Apenas visibles entre una mezcla de luces violetas y verdes tocaron “Luna herida”. Luego Corvata expresó: “Tenemos que despedirnos” y cerraron el show con el clásico “Joder” que descontroló a todos los presentes.
Luego de dos horas de recital, Carajo demostró, después de 11 años, ser una banda que nunca perdió su potencial y que, para alegría de sus seguidores, todavía tiene mucho más para dar.
El trío carajero se convirtió en el más convocante y es referente de una nueva generación de bandas que tienen, como ellos, el metal en la sangre.
Minutos después de las 20, las bandas teloneras: “DZS” y “Beazley 52” dieron comienzo a la previa del recital que mantuvo a los metaleros entretenidos y expectantes. Cerca de las 21 las luces se apagaron y comenzaron a trasladar los instrumentos que anticipaba la llegada de la banda tan esperada.
“La guerra y la paz” fue el tema elegido para comenzar la noche. La energía demoledora del trío conformado por Marcelo “Corvata” Corvalán (voz y bajo), Hernán “Tery” Langer (guitarra y coros) y Andrés “Andy” Vilanova (batería) contagió al público, cada vez más joven, que no paraba de moverse.
Fundiéndose en una luz blanca dieron comienzo a “Pura vida” y “El error” que revolucionó a los carajeros y los hizo transpirar con un pogo masivo que hacía temblar Auditorio. Luego, el escenario se tiñó de rojo y la banda mostró que era una fiesta metalera a lo grande al ritmo de “Chico granada”, “Inocencia perdida” y “Mata rutinas”.
“Estamos muy contentos de estar en el sur de nuevo, este tema es para toda esta gran familia carajera” expresó Corvata, dedicándole “Zion” a todo el público presente. Casi sin respirar, siguieron con “Una nueva batalla”, corte de su última placa “El mar de las almas” editado en 2010, que generó la euforia de los espectadores.
“Este tema es del primer disco, que cumple diez años en agosto y vamos a hacer una sorpresa para festejar, ya se enterarán” anunció el ex A.N.I.M.A.L. a sus fans que se llenaron de intriga al ritmo de “Ironía” y saltaron sin control.
“Libres” y “Pruebas”, cortes del último álbum, dieron paso a un eterno mosh de lo más violento. A continuación, una gran ronda hizo temblar el lugar de la mano de “Hacerse cargo”, “Cómo debería ser”, “Atrapa sueños” y “Humildad”.
“¿Quién es el más salvaje ahí abajo?” gritó Corvata y dio pie a “Salvaje” que desató el entusiasmo del público. Sin un minuto de descanso expresó: “¿Dónde están las carajeras? Este tema es para ustedes”, inmediatamente sonaron los primeros acordes de “Acorazado” y las carajeras se hicieron notar con un griterío sin fin. Las luces tenues lograron la calma de los presentes, “Triste” y “El mar de las almas” bajaron la euforia de Auditorio Sur.
De apoco se acercaba el final, el trío demoledor provocó un nuevo pogo con su rebeldía a través de: “Sacate la mierda”. Luego de un descanso de no menos de cinco minutos, Carajo se presentó nuevamente en el escenario con energía renovada al ritmo de “Ácido”, primer corte de difusión de su último álbum.
Apenas visibles entre una mezcla de luces violetas y verdes tocaron “Luna herida”. Luego Corvata expresó: “Tenemos que despedirnos” y cerraron el show con el clásico “Joder” que descontroló a todos los presentes.
Luego de dos horas de recital, Carajo demostró, después de 11 años, ser una banda que nunca perdió su potencial y que, para alegría de sus seguidores, todavía tiene mucho más para dar.
El trío carajero se convirtió en el más convocante y es referente de una nueva generación de bandas que tienen, como ellos, el metal en la sangre.
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