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¿En qué momento dejé de ser yo para convertirme en alguien más? ;
¿En qué momento creció la mentira? ;
¿En qué momento me perdí y dejé pasar la vida lentamente? ; 
¿En qué momento se inició una guerra? ;
¿En qué momento dejé de creer? ;
¿En qué momento me volví indiferente? ;
¿En qué momento decidí bien? ;
¿En qué momento decidí mal?.
Muchas veces escuché sin oír, miré sin ver, me comprometí sin compromisos, me equivoqué sin saber, sin pensar, sin sentir.
Entiendo que toda vida necesita tener ilusiones, proyectos, sueños, esperanzas, anhelos. Pero a veces, sin comprender, la vida y todas estas cosas importantes forman una gran disyuntiva.
Mi rostro pierde brillo, mis ojos no expresan alegría, dormir es lo único que me alivia, mi voz pierde fuerza, mi humor se amarga.
La luz del día me agobia, el sol me mira con cara de desprecio. La noche me despierta en soledad, y su compañía aquí junto no me agrada.
Vivir, porque mi corazón todavía late.
Existir, porque no soy abstracto.
Sobrevivir, porque permanezco...
No importa si de manera indiferente, habito un planeta, y aquí estoy.





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