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Fue un día.. ¿cómo decirlo?, realmente improductivo.
Levantarme a las 2 de la tarde, sin NADA estudiado para mañana, correr con los apuntes por la casa buscando ALGO de concentración, son las 12 de la noche y sigo buscándola.
Comer, comer y no parar de comer en todo el día.
Quedarme mirando una media por horas tirada en el sillón, tratando de juntar fuerzas de no sé dónde para poder lograr levantarme y bañarme de una vez por todas.
Cabe aclarar que sí, lo hice, lo logré después de horas y horas intentando pararme y ponerme a andar.
Creo que el día estuvo mal, la semana empezó mal. Lo soñé, creo que no hay nada peor que eso. Que quede resonando en mi cabeza todo el día, en mí. Ir al placard y buscar desesperadamente su buzo, con su olor, por supuesto.
Hasta llega a molestarme esa idea de abrazarlo, de tenerlo conmigo pero sin tenerlo al fin.
Y acá estoy. Terminado el día, siguiendo con la búsqueda de algún momento de paz, como esas tardes. Con los apuntes tirados en la cama, juntando fuerzas para levantarme e ir a buscarlos. Comiendo un havanna de chocolate y un vaso gigante de coca. Con el gato tirado en la cama esperando a que vaya a dormir con él.
Por más de que fue un día relativamente sin sentido, tengo que salvar esto, aclarando que:
Amo la vida con una pasión sin sentido, amo el mar, y el amor, 

amo a mi perro, a mis cuatro gatos y a él.


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