La vida es como la marea, cada mañana puede dejar algo distinto en la orilla, te puede sorprender, te guste o no, lo haría igual.
No te pide permiso para quitarte las cosas, sea el valor que les tengas. Te concede deseos aunque no te promete cumplirlos.
También te enseña que las oportunidades pasan una sola vez, pero si perdés el tren podés tomarte un atajo, pero no te asegura que llegues a buen destino. Te muestra qué está bien y qué está mal, y LO MEJOR ES QUE TE DEJA ELEGIR A VOS. 
No te obliga a leer los contratos que firmás, pero vos sabés que tenés que leer todas las cláusulas de letras chiquitas que siempre pasamos por alto y terminan siendo lo más importante.
Se encarga de que conozcas a las peores personas de tu vida así querés mucho más a las mejores personas de tu vida.
Te enseña los mejores consejos de tu vida, pero como persona que sos no los vas a escuchar. Así que te hace golpear contra la pared, tropezar con la piedra y caer al menos unas cuantas veces para que aprendas las lecciones. 
Te regala una cajita con forma de corazón para que guardes todos los recuerdos y momentos que no querés olvidar, y en caso de que falle, también te instaló una memoria portátil que va con vos a todos lados.
Te asegura que podés tener suerte en la salud, el dinero y el amor, pero con el tiempo te das cuenta que ninguna de las tres tenía garantía.
De lo único que debés estar seguro, es que sólo tenés una vida para hacer todo lo que quieras. Podés correr riesgos como podés no hacerlo, podés jugar, enamorarte, apostar, ser feliz o al menos intentarlo. Tener muchos amigos y darte cuenta que ellos también te pueden decepcionar.
Podés ver la vida como lo que es, unos cuantos años por vivir y dejarse morir cuando ya se está cansado o podés ver la vida como en realidad es, una cuenta regresiva de tiempo que sabés cuando empezó pero no cuando termina, y esa es la única ventaja que TE GARANTIZA UNA VIDA PLENA POR VIVIR .

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