Crónica del show de Boom Boom Kid en Auditorio Sur

Sábado 7 de julio de 2012


 Por Flor Costas.

Dos documentales proyectados en una pantalla dispuesta en el escenario, uno sobre ‘Ball Culture’ y otro más conocido ‘Nico Icon’ sobre la interesante vida de la voz de la Velvet, dieron inicio, minutos después de las 20, a la previa del recital de Boom Boom Kid (BBK) el sábado pasado en Auditorio Sur.
            El espacio lentamente se pobló y la banda tan deseada por todos los presentes se hizo esperar. Cerca de las 21:45 comenzó a sonar
“Lo único feo es no tener por qué vivir”, tema de su álbum Frisbee (2009) y elegido como apertura del show. Seguido tocaron “Okey dokey”, “Fueguitos” y “Let me go”. Luego, Carlos Rodríguez (voz, guitarra y  teclados) se volvió a poner en la piel de Nekro, alias utilizado en su antigua banda Fun People, y tocó “FMS” provocando la euforia del público.

Definir a BBK es una tarea muy difícil, es mucha responsabilidad. Es una mezcla de punk y rock alternativos con destellos hardcore que hacen a una combinación perfecta y a una personalidad única: Nekro, desenfrenado por completo con sus rastas rubias, su sombrero negro, sus bailes, sus saltos, su picardía a la hora de jugar con un balero sobre el escenario y sus juegos con el público que los contagió de adrenalina en cada canción.

Como es costumbre, Boom Boom Kid no pierde un sólo segundo y continuó con “Perfume de vos”, “Si esas paredes hablaran, María ojos negros no más” y “Tomar helado” que desataron a los presentes que desde el comienzo no dejaron de provocar un pogo de lo más violento y que siguieron haciéndolo durante todo el concierto.

“Estamos encantados de ver a toda esta gente hermosa” dijo Carlos y rápidamente deleitó a todos con “Be my beaby”, seguido de “El capricho”, “Hospice burning” y “Si todo se cae hoy”. La verdad que el repertorio de temas que brindó BBK en este show fue realmente impresionante, recorrieron toda su discografía y no dejaron insatisfecho a ningún fan. Pasaron por temas como: “Jenny”, el clásico “I do”, “Daddy no más”, “Sayonara”, “Día a día”, “Vida fane”, “La espina”, “Amor loco” y hasta “Paranoia candy blues.
Las canciones fueron un sin parar fugaz que aceleraba constantemente y llevaba al público a un estado de locura desatada que lograba encajar perfectamente con la esencia de la banda. El cansancio no parecía importarles, era un descontrol total que generaba cada vez más pogo y desenfreno, y que lograron mantenerlo durante todo el recital.
Si bien Boom Boom Kid ha obtenido cierta autonomía, siempre vamos a volver a Fun People, la banda por la que muchos asistieron al show. Tocaron temas esenciales, principalmente del álbum Anesthesia como: “Ánimo”, “Marionetas”, “Hunt” “FMI”, “Runaway” y “Bad influence” que hizo encender a Auditorio. También dieron lugar a “Tita”, “Middle of the round”, “Poor man”, “Lolita”,  “Leave Me Alone” y “No llores”.
“¡Amigos estaremos en el City bar y después nos vamos para el oeste!” anunció Nekro a la multitud que lo acompañaba esa noche y los invitó a todos a seguirlo en el recorrido y les dedicó “Pon tu corazón en la música”, “Crayones para Trendy”, y con “Brick my brick” propagó la exitación en el ambiente. Casi sin respirar tocó “Dejame ser parte de esa locura” y “I don´t mind”. “¡Música medicina es!” gritó el líder y dio pie a su próximo tema “Música medicina es”, que incentivó aún más el desenfreno que se vivía en ese entonces.
“Egos lácteos”, “Kitty”, “Casco de espejos”, “Automatic”, “Dirty connections”, “She runaway”, “Si pudiera” y “My smiling fragile heart” hicieron transitar el show hacia el final. “¡Nos despedimos amigos, tenemos que irnos!” exclamó y dio paso a “Julio” y “Entre nos”. Pero no se podía ir sin antes realizar su auténtico ritual: colocar una tabla de surf sobre las manos del público, subirse en ella y surfear por Auditorio. Para lamento de sus fans Nekro no se subió a la tabla, pero sí lo hizo Tato, un plomo de la banda. Mientras esto sucedía, tocaron “Strong” y pusieron, así, fin a su espectacular show.
Es sorprendente como la conexión con el público llega a establecerse de una forma tan fuerte desde el primer minuto de concierto que Nekro entra en confianza para bajar, tocar las manos de sus fans, revolearles sus pulseras e invitar a cantar junto a él arriba del escenario a un chico del público y compartir con él el baile, la pasión, la adrenalina y la locura que BBK genera. Esa locura de la que pudimos ser parte, una vez más.

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