Me di cuenta de que todo el mundo, cuando camina, está con la mirada fija en el suelo, en las baldosas, pendiente de lo que pueda encontrar o de lo que pueda llegar a pisar.. y, en realidad, lo que pierde de encontrar es el maravilloso cielo, el hermoso sol que traspasa la piel. Es una pena que se lo pierda por estar fijo, por mirar sus propios pies detenidamente, con los ojos fijos en el suelo.

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