Crónica de Cielo Razzo en Groove - presentación de Sideral

Sábado 27 de julio de 2013 - Sideral, Cielo Razzo.

• Por Flor Costas

La noche de los Buenos Aires lo hacía sentir, era la crónica de un regreso anunciado. Groove no tardó en llenarse con el rumor de voces nerviosas que aumentaba progresivamente esperando que los acordes de Sideral, el nuevo disco de Cielo Razzo, envuelvan el ambiente de energía y rocanrol.
“No shopping” y “Alfil” fueron los temas elegidos por los rosarinos que nos transportaron a Marea (2005) y nos alborotaron el cuerpo con “Luminoso”, temón con todas las letras. Cada tema de Sideral fue conquistando la noche junto con las múltiples y expresivas caras que ponía Pablo en cada estrofa: “Viaducto”, “Piba espada” y al hilo “Algen” (Grietas 2007)  y “Monos” (Compost 2010) que reavivó la locura y el desenfreno de un público completamente enloquecido. La noche se prestaba para ir y venir entre la última placa y las anteriores, para mecerse como olas por la espectacular lista de temas de forma intermitente y descontrolada. Y así fue, no dejaron afuera ningún tema de su último disco: “Sociedad”, “Ojos”, “Te vas”, “Calesita”, “Entre las 4 y las 6” al hilo, logrando bajar los decibeles de todos. Seguido: “Hombre tambor” y “Mao” para calentar los motores, abrir el arcón de los recuerdos y removernos la sangre con “Alma en tregua”, “Carne 2” y terminarnos de extasiar con “Luna”, “Televicio” y para despedirse “Galope”, pero sólo por un ratito.
Entre luces y sombras y algunas notas perdidas apareció Polilla nuevamente para reabrir la noche con “La gran ola” y “Posdata”. Pegadito avivaron la fiesta a todo trapo con “La roca”, “Sin salida” y “Caminando”, dando lugar a la despedida y a los bises de la lista: “Qué se yo” y “El silencio del ave” llegaron para quedarse, para abrazar a todos los presentes que cantaron al unísono devorándolas con sentimiento y alegría, sintiéndolas en la sangre, en el pecho y en todos lados.
Suenan tan bien en vivo, transmiten tanto. Es hermoso, es un lujo y un deleite verlos tocar. Este año cumplen dos décadas como banda y siguen ahí, esencialmente intactos. Cielo Razzo demostró, una vez más, que es sideral y que cualquier sinónimo que le compete a ese término encaja perfectamente con ellos.



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